EL ARTE DE ENVEJECER

“La vejez es la obra de arte, de un artista que le dedico toda una vida”  -Castillo (2024).

La vejez es una de las últimas etapas de la vida, es una proceso inevitable y necesario para todos los seres humanos. Es un proceso universal, intrínseco y progresivo, único para cada persona, no generaliza en tiempo o velocidad de deterioro. El miedo latente en la sociedad hace que se niegue el proceso del envejecimiento debido a los cambios, duelos y deterioros que se experimentan.

Sin embargo, hoy aprenderemos sobre el arte del envejecimiento.

La naturaleza del ser humano nos lleva a temerle a lo desconocido, por la incertidumbre de no saber que pasara. El objetivo de este artículo, es conocer todo lo relacionado a la vejez para cambiar la perceptiva y más que temerle, aprender a apreciarla como una obra de arte.

Empezaremos con el concepto, pues de acuerdo con la OMS (2021)

Es el resultado de la acumulación de una gran variedad de daños moleculares y celulares a lo largo del tiempo, lo que lleva a un descenso gradual de las capacidades físicas y mentales, a un mayor riesgo de enfermedad y, en última instancia, a la muerte.

Además de vivir cambios graduales, comenzando con el proceso de jubilación, pérdida de pareja o amigos a causa del fallecimiento hasta la pérdida en ocasiones de la autonomía por enfermedades limitantes. Para autores como Marcías (2005) el proceso del envejecimiento es la disminución integral de las capacidades para responder a retos internos y externos. (p. 15).

Por otro lado, existen posturas donde se asegura que la vejez es una de las mejores etapas de la vida humana, esto porque el cerebro consolida conocimientos a base de experiencias vividas, su sentido de empatía y solidaridad social es expresada sin prejuicios o pretensiones, así como la habilidad para valorar a personas o situaciones gratificantes.

La vejez es una de las poblaciones crecientes y la organización mundial de la salud nos pone contexto exponiendo el panorama general. En 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. En ese momento, el grupo de población de 60 años o más habrá subido de 1000 millones en 2020 a 1400 millones. En el año 2050, la población mundial de personas en esa franja de edad se habrá duplicado (2100 millones). Se prevé que el número de personas de 80 años o más se triplique entre 2020 y 2050, hasta alcanzar los 426 millones. (OMS, 2021).

Mundialmente hablando, se nota la prevalencia relevante de adultos mayores y esto más de ser una cifra, es una situación anticipatoria para proveer cuidados para este sector poblacional. Así como generar herramientas preventivas a los deterioros esperados y normales de esta etapa, generando una calidad de vida en la persona y los familiares.

Con lo anterior se puede concluir que la vejez en algo más que el paso del tiempo, es sin duda un cambio integral y gradual en muchas áreas de la persona, modificaciones que no en todos los casos pueden ser vividas sin dolor emocional. Cada persona presenta particularidades en este proceso, en conjunto se tienen similitudes de deterioro cuando hablamos del proceso normal, pero la vejez es única para cada persona.

Evidentemente decir que se puede prevenir, sería científicamente no válido, es algo inevitable del desarrollo humano, pero lo que sí se puede hacer es favorecer las herramientas sociales, psicológicas, espirituales y físicas para evitar dificultades y que se pueda vivir la vejes como una etapa de plenitud. Donde se pierden y adquieren habilidades.

Regresando a la analogía de la vejez y el arte, el artista conoce su obra mejor que nadie, lo mismo ocurre en la vejez. Le preguntamos a nuestros adultos mayores ¿Qué es la vejez para ti? Y ellos nos comparten:

“Es una cosa bonita, no podemos hacer lo que antes hacíamos, pero ahora hacemos otras cosas” – Alicia V. (86 años)

“La he pasado mejor en mi vejez, que en mi juventud” – Olivia G. (89 años)

“Una etapa que tenemos que aceptar para disfrutar” – Graciela M (85años)

“Haber vivido una larga vida, haber educado a mis hijos. Ahora en mi vejez me puedo enfocar en darles todo el amor y cariño que en mi juventud por trabajo no pude darles “- Carolina R (77 años)

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