El envejecimiento representa cambios en todas las áreas de la vida, en las esferas biológicas, socioemocionales y cognitivas.

Hoy aprenderemos sobre los cambios integrales en la vejez, con el objetivo de entender a todo lo que se enfrentan nuestros adultos mayores y porque es importante acompañarlos. 

La vejez visible: Envejecimiento biológico

Me di cuenta de que envejecí cuando me puse mi vestido y ya no me quedo igual. (Márquez, 88 años) 

A simple vista podemos observar los cambios físicos que una persona experimenta cuando está en la etapa de envejecimiento, estas modificaciones a causa de la edad generan cambios en diversos aparatos y sistemas tanto internos como externos. 

Físicamente la piel se vuelve seca y se forman arrugas en todo el cuerpo, aparecen las canas, la agudeza de los sentidos se deterioran (visión, oído, tacto, sabor y olfato) y presentan dificultades físicas en la marcha o velocidad para hacer las tareas. 

Los sistemas biológicos se modifican. Por ejemplo, el aparato cardiovascular se limita a acciones física demandantes, el sistema inmune también sufre cambios pues este se vuelve vulnerable a contraer infecciones y por lo tanto a presentar enfermedades. 

La vejez en la sociedad: Envejecimiento socioemocional

Yo envejecí con mis amigas, éramos quince y hacíamos todo juntas… Pero poco a poco se fueron yendo al cielo (Bermúdez, 86 años) 

Las competencias socioemocionales de acuerdo con Vygotsky se forman en etapas primarias y se consolidan a lo largo de la vida, cada persona tiene habilidades en diferentes campos, siendo todas útiles para una relación social saludable y funcional.

Así como en el envejecimiento las modificaciones biológicas están presentes, también las habilidades socioemocionales se ven modificadas en esta etapa y presentan dificultades en el dominio. Vasiliki y Louise (2008) señalaron que en la vejez aumentan las dificultades vinculadas a la conciencia emocional como el reconocimiento de emociones de valencia negativa (tristeza, miedo). 

Por otro lado, los adultos mayores muestran mejores estrategias de reparación emocional que los jóvenes adultos (Kliegel, Jäger & Phillips, 2007). 

Como se mencionó las habilidades de comunicación se ven deterioradas, y pueden llegar a presentar problemas para mantener una conversación prolongada con una persona o un grupo de personas. Su nivel de comprensión verbal y no verbal se retarda el proceso de socialización, pues a la persona le puede llegar a generar frustración, así como a los demás por no poder comunicarse fluidamente.

Cabe mencionar que cada cambio es único a cada persona, así como las habilidades las cuales son ajustadas con base a lo que adquirió a lo largo de su vida, desde como se relacionó con su entorno y con qué recursos cuenta para enfrentar los cambios de la vejez. 

Envejecimiento neurocognitivo

Antes me sabia el número de todos y las fechas de cumpleaños de toda mi familia, ahora ya no me acuerdo ni del número de mi familia (Hernández, 80 años) 

El cambio se refleja en el órgano más importante del sistema nervioso central (SNC) el cerebro, este órgano no está exento de los cambios a la edad, pues tanto en sus estructuras y funcionalidad se modifican. El cerebro es responsable de toda la ejecución, particularmente el lóbulo frontal se encarga de la cognición, este término que incluye procesos como la memoria, la toma de decisiones, la velocidad de procesamiento, la sabiduría, el aprendizaje etc. La vejez no es, ni será sinónimo de demencia, pero el envejecimiento normal si presenta un leve deterioro en las habilidades cognitivas

Los familiares más cercanos pueden tomar medidas preventivas o bien tomar acciones para apoyar y promover su salud cognitiva adaptándose a los cambios cognitivos relacionados al envejecimiento.

Acompañamiento en la vejez 

Sin mi familia no soy nada, me siento bien el saber que tengo a mis hijas, mis nietos y hasta bisnietos, ellos son importante para todo. (Giles, 83 años) 

Una buena red de apoyo (familiar, social) favorecerá significativamente al adulto mayor en este proceso, acciones como mantener el cuerpo físicamente activo, reducir factores de riesgo a causa de enfermedades cardiovasculares, mediante una vida de hábitos saludables y el control del uso de medicamento en tiempo, forma y autorizados por médicos, serán elementos de soporte para impedir una enfermedad grave a causa del envejecimiento.